En una emotiva jornada de reflexión, la Dirección de Acompañamiento Académico al Estudiante junto a la Dirección de Extensión Cultural y Universitaria de la UCSC generaron un espacio de diálogo con estudiantes para abordar experiencias de inclusión y exclusión dentro del entorno universitario. A través de un fragmento de la obra “Kintsugi: pedazos, pisos, personas y muros”, interpretada por el Teatro de Estudiantes UCSC, se abordaron temas como la diversidad, las barreras del día a día y la construcción colectiva de comunidad.
La actividad titulada “Fragmentos, vínculos y comunidad” contó con la presencia de la Vicerrectora Académica, Dra. Lorena Gerli, quien destacó la importancia de estos espacios con la comunidad para avanzar hacia una Universidad más inclusiva. En la instancia se trabajaron temáticas de inclusión, diversidad y barreras de la vida universitaria. La Vicerrectora Académica señaló en sus palabras que “la política de inclusión que se promulgó a nivel institucional fue para mejorar los espacios, con una mirada en mejorar las condiciones para que la UCSC sea un espacio inclusivo para todos y todas”.
El Kintsugi es un arte dedicado a la reparación de cerámica que consiste en unir las piezas rotas en vez de ocultar las grietas, realzando y transformando las imperfecciones en elementos estéticos valiosos. La obra presentada representa las diversas vivencias que en lo cotidiano viven nuestros estudiantes, buscando reflexionar sobre la diversidad y el respeto, donde “La inclusión no borra las heridas, las convierte en parte del diseño. Así, también hacemos universidad, desde lo real y lo humano”.
Natalia Baeza, Directora de la Dirección de Extensión Cultural y Universitaria, señala se buscaba tener una mirada mucho más práctica, no tan teórica de cuando hablamos de inclusión, agregando que “las artes escénicas, en este caso, permiten visibilizar este tipo de cosas e incluso sensibilizar un poco más allá que una gráfica o una publicación en redes sociales. Las artes y las culturas tienen una gran relevancia en el desarrollo social, en lo cotidiano, en cómo estas pueden aportar en las diversas aristas de la vida de nuestros estudiantes y de nuestra comunidad”.
Para Paulina Valdés, Jefa de la Unidad de Inclusión, “la relevancia de esta actividad radica en que ofreció un espacio seguro para que estudiantes pudieran expresar sus emociones, compartir sus historias y sentirse parte activa de la comunidad universitaria. El uso del arte escénico permitió representar vivencias reales que muchas veces quedan invisibilizadas. A través del lenguaje del cuerpo, la voz y la escena, emergieron temas como la inclusión, la resiliencia y la pertenencia, reflejando con sensibilidad los desafíos y fortalezas que existen dentro de la vida universitaria. El arte, en este contexto, se convirtió en un espejo de la realidad y una herramienta transformadora para el cambio social”.
Durante la jornada las y los asistentes tuvieron la posibilidad de disfrutar de un extracto de la obra, la cual volverá prontamente a los escenarios de la Universidad. Tras el espacio teatral el público participó activamente de una dinámica reflexiva sobre las temáticas planteadas en la presentación, para luego realizar un compromiso personal con la inclusión por medio de mensajes pegados en un muro simbólico.